Los niños de primer a tercer grado logran mucha mayor autonomía, en todo el sentido de la palabra. Logran salir de su postura egocéntrica y descentralizarse, pudiendo tener así, mayor objetividad y pudiendo pensar más en los demás. Disfrutan de venir a la escuela y de aprender cosas e incorporar nuevas destrezas. Tienen cada vez mejor memoria y prestan más atención a lo que dices. Expresan y hablan de sus sentimientos con más rapidez y soltura.
Las cosas para él suelen ser blanco o negro, buenas o malas, divertidas o aburridas y muy pocas veces define en término medio. Está aprendiendo a anticiparse y a considerar lo que está haciendo. Poco a poco aprende a analizar las cosas.
Con frecuencia se niega a aceptar reglas que no fueron establecidas por él, diciendo "eso no es justo", por ejemplo. Puede ayudar repasar las pautas y limitaciones con el niño y establecer reglas junto a él. Mentir, hacer trampa o robar son todos ejemplos de comportamientos que los niños de edad escolar pueden "ensayar" a medida que aprenden a negociar las expectativas y normas establecidas por la familia, amigos, la escuela y la sociedad. Los padres y la escuela pueden ir trabajando sobre estas conductas, buscando la reflexión y cambio de actitud. Es importante recordar que la conciencia moral está todavía en desarrollo
El grupo de pares cumple un rol cada vez más importante e influye mucho en la realidad de cada niño. Puede involucrarse en ciertos comportamientos para formar parte de "un grupo". Es necesario hablar con el niño sobre esto y que vaya entendiendo que puede ser aceptado sin cruzar los límites de la familia o escuela. Su juego representa la vida real y distingue fantasía de realidad. Le gusta los juegos reglados, competitivos y cooperativos. Tiende a dividirse por género al jugar y a aparecer la vergüenza entre los diferentes sexos.
El niño disfruta de actividad física y suele ser muy activo. Necesita saltar, correr, caerse y ensuciarse. Mientras se alienta al niño a participar en diversas experiencias sociales y físicas, es importante tener cuidado de no programarle demasiadas actividades en su tiempo libre. Es importante que el niño tenga tiempo para jugar libremente o simplemente para estar tranquilo sin sentirse presionado.
¡Importante! Recomendamos estimular la creatividad y el juego libre y evitar tiempos extensos frente a la televisión o videojuegos. Si el niño tiene acceso a juegos en internet hay que estar seguros de que son acordes para su edad y estar siempre atentos a las páginas que puedan abrirse o aparecer en la pantalla, ya que pueden ser nocivos para el chico. Es aconsejable tener la computadora en un lugar de paso para lograr un mayor control.